21 temas de actualidad divididos en tres partes, conforman la obra “Reflexiones para una nueva convivencia”, que en esta edición de 143 páginas aborda el análisis conjunto de temas aparentemente tan distantes como la globalización, el bullying, la familia, la naturaleza y la honestidad.
Benjamín González Roaro, ex director del ISSSTE, de la Lotería Nacional, Subsecretario de Educación Básica, 2 veces diputado y autor, se asume como un habitante más de este país conformado por su gente, sus recursos naturales y por supuesto por su historia, pero sobre todo, a lo largo del texto deja plasmada la necesidad de compartir experiencias como legado para las futuras generaciones, sobre todo, aquellas que deseen saber que en un año como 1989 se abrió paso al tema de globalización, lo que está descrito en el primer capítulo “La globalización Promisoria”.
En este primer capítulo rememora cuando sin redes sociales de por medio Europa del Este protagonizó el primer cambio que abriría una brecha para que entrara de lleno la palabra globalización a nuestro diario vocabulario. En este texto, el autor hace un balance histórico pero solo para reafirmar su convicción de que la conciencia humana tomaba su propio rumbo ya no predeterminado solo a los intereses del Estado.
Ya en la segunda parte “México: Riqueza y desigualdades en la globalización, González Roaro realiza un paseo por las cualidades y bellezas de México, lugar de riqueza, poblaciones indígenas, biodiversidad aunque aún con caminos por recorrer en términos de democracia, pero sobre todo, ubicado en la reflexión de que somos una nación en la que “ni estamos plenamente integrados ni totalmente desintegrados: vivimos una paradoja constante, si se prefiere, una contradicción que hasta ahora no hemos podido resolver”.
En la tercera parte de este libro, se abordan “Los valores imprescindibles para la convivencia donde de manera magistral el autor teje los conceptos tratados en los capítulos anteriores para aterrizar sobre el particular de la conciencia individual y familiar, es decir, mira a las ciudades mexicanas no como un todo numérico ni estadístico, sino como universos donde los problemas se deben identificar para intentar solucionarlos. Y he allí que radica la importancia de este aporte editorial, ya que el autor no solo habla como político o como el legislador que ha sido, sino como un mexicano más preocupado por construir una mejor nación desde la base del individuo como un ente social.
De esta manera en este tercer capítulo aborda temas tan importantes como Los niños: el valor social de su felicidad, El Bullyng, la competencia y el individualismo, respeto y civilidad, aceptación y tolerancia contra el nuevo sentido tribal, el valor de la mujer, la pareja: el equipo, reflexiones sobre el valor de la familia, el amor a la naturaleza, La honestidad ¿un valor a la baja?, la necesidad de consumir y tener, el valor de las nuevas redes sociales, la ciencia, nuevos dilemas éticos y morales y el valor del patriotismo.
En el apartado breves conclusiones, Benjamín González Roaro parece resumir su tesis en un solo párrafo final: “A pesar de todo, creemos en la fuerza del espíritu humano, pues de lo contrario caeríamos en el fatalismo y la desesperanza. Y por eso podemos lograr un mundo mejor”.


