Los cincuenta fueron años de total éxito para Hollywood, resaltaban los maquillajes muy marcados que se usaban, destacaban texturas y tonalidades que antes no se hacía. Dos temas principales, temas familiares con canciones y bailes para resaltar la maravilla de los viejos tiempos o representaciones de un atractivo indestructible para simbolizar el sueño americano. También hubieron dos roles principales para las mujeres, las refinadas y la marimacho, representado una nueva chica, animosa y hogareña pero al mismo tiempo desquiciada. 

Las películas europeas mostraban una poco más la realidad, a comparación de Hollywood. Pero lo más importante es que se le comenzó a dar mucha importancia al vestuario en las películas, como reflejo de una sociedad próspera. Aunque se veía reforzada la importancia de Estados Unidos y en particular Nueva York con la moda, se sabía que Paris seguía siendo el lugar de la moda. Comienzan a hacerse conocidos nombres de modelos y de mujeres elegantes y compuestas por una cultura de la moda. Algunas de ellas se casaron con miembros de la clase alta. Se empieza a ver la fotografía de moda como una rama de esta. Surgen una infinidad de amantes de las dos cosas y hacen arte.

En la televisión tanto la mujer como el hombre se comportaban a la perfección, así eran los papeles. Los programas se orientaban a la familia, hablando siempre de moralidad Muchas personas envejecieron creyendo que así era la vida real o mínimo que así debía de ser.  En la publicidad se pensaba lo mismo, desde cosméticos hasta detergentes se proyectaba una domesticidad acogedora, era la mejor manera para darle un buen mensaje al público sobre tu producto.