La forma corporal se haya sometida a un intenso escrutinio, primero llego la reacción contra la fornida figura atlética de las machotas fanáticas del aerobic, ahora bien sorprende la actitud moralista adoptaba durante el presente decenio por la reacción contra esta imagen. La forma corporal ha cambiado, y la polémica mediática sobre la delgadez de las modelos ha incorporado extremismos paranoicos a la prensa especializada en moda, los análisis de los hábitos de compra demuestran que a las mujeres les encanta adquirir deliciosas prendas interiores para su propio placer; y que están dispuestas a pagar mucho más por algo que raramente vera otra persona. Como el pecho resulta también más pronunciado, pese al interés general de los setenta las cosas se inclinan mucho menos hacia la quema de sujetadores y bastante más hacía la dedicación del sostén tipo wonderbra. El wonderbra es un símbolo cultural reconocido por ambos sexos como sinónimo de la actitud franca y abierta del nuevo feminismo. Persiste la combinación del encaje con cuerpos largos y flacos, especialmente con las nuevas prendas de punto.  Como sucede con el vestido imperdible de Versace.

 

El otro truco de la generación  de jovencitas, copiado por las elegantísimas con estomago planos, es el obligo perforado que complementa la difusión de los pantalones de talle bajo.